jueves, 10 de diciembre de 2015

COMO VENCER EN LOS MOMENTOS CRUCIALES DE TU VIDA:


Todos hoy en día de una o otra forma hemos experimentado, en la vida, momentos difíciles,  el tema no es preguntarnos a que se deben esos momentos sino cómo los enfrento en mi diario vivir;
En Marcos leemos la experiencia de Jesús en el momento más duro y difícil que le toco vivir aquí en la tierra, justo en uno de sus lugares favoritos y que Él utilizaba para encontrarse con el Padre, en el huerto de Getsemaní (la  palabra Getsemaní proviene del  Arameo y está compuesta por  dos palabras: Gat que significa prensa o lagar y semani que viene de Shmanei  que significa aceites o sea prensa de aceites) es decir, un lugar donde se extrae el aceite de los olivos, un aceite muy  preciado y usado en la alimentación. Este huerto forma parte del Monte de los Olivos, “al otro lado del torrente de Cedrón” que Jesús conocía muy bien porque en muchas ocasiones se había reunido allí con sus discípulos (Jn. 18:1-2b) un lugar muy especial para Jesús “Y saliendo, se fue…como solía, al monte de los Olivos” (Lc. 22:39).
 En este lugar Jesús literalmente fue prensado por nuestra salvación.

¿Qué fue hacer Jesús?  

Fue a orar porque sabía que la situación que se avecinaba era muy difícil y necesitaba comunión con Dios.

“Tomo consigo a Pedro, a Jacobo y a Juan, y comenzó a entristecerse y angustiarse”. “Estoy muy triste, y siento que me voy a morir– les dijo- Quédense aquí y no se duerman” (Mr. 14:33-34) la situación se estaba tornando cada vez más complicada, tal como nos pasa algunas veces a nosotros, cuando el panorama se pone negro y no vemos la salida por ningún lado.
“Yendo un poco más allá, se postró en tierra y empezó a orar para que, de ser posible, no tuviera Él que pasar por aquella hora. Decía:- “Abba, Padre, todo es posible para Ti, no me hagas beber este trago amargo; pero no sea lo que yo quiero, sino lo que quieres Tu”  (Mr. 14:35-36). Vemos a Jesús abriendo su corazón delante de la Presencia de Dios, pidiendo que esa prueba, esa situación pasara, que no tuviera que experimentarla y como siempre se refirió a Dios como su Padre, sabiendo que Dios tiene un propósito para cada uno de nosotros y que lo central era hacer la Voluntad de Dios antes que la de Él, esa fue la oración de Jesús. La respuesta de Dios para esta oración fue un rotundo NO, Jesús tenía que pasar esa prueba.  Por encima de Su deseo estaba el Propósito de Dios. La Voluntad de Dios por sobre nuestra voluntad (Mt. 6:10). Muchas veces deberemos enfrentarnos  a pruebas, pero ello no significa que Dios nos dejó, al contrario, Él está ahí siempre con nosotros en medio de la prueba para ayudarnos; “No os ha sobrevenido  ninguna prueba que no sea humana; pero fiel es Dios, que no os dejará  ser probados más de lo que podéis resistir, sino que dará también juntamente con la prueba la salida, para que podáis soportarla” (1a Cor. 10:13) Dios siempre nos da una salida, nos sostiene y nos ayuda. 

Las victorias se ganan en oración.
“Luego volvió a sus discípulos y los encontró dormidos. Simón- le dijo a Pedro – ¿estás dormido? ¿No pudiste mantenerte  despierto ni una hora? Vigilen y oren para que no caigan en tentación. El Espíritu está dispuesto, pero el cuerpo es débil” (Mr 14:37-38); muchas veces nos “dormimos” pensando en el problema, o empezamos a evaluar de que manera en nuestros recursos solucionamos las dificultades cuando, en realidad, lo primero que debemos hacer siempre es orar para que Dios venga en nuestra ayuda y nos dé la respuesta.
Volvió  al lugar en donde había estado orando e hizo nuevamente la misma oración. (Mr. 14:39)  Jesús nos enseña que la oración debe ser en nosotros un estilo de vida caracterizada por la perseverancia, sin aflojar ni bajar los brazos, no solo en momentos en que nos aflige  algún problema, o cuando nos encontramos agobiados, desesperados y no sabemos qué hacer, sino en todo tiempo.
A su regreso Jesús los encontró nuevamente dormidos, porque “se les cerraban los ojos de sueño”. Ellos no sabían que decirle. Volvió por tercera vez y les dijo ¿Siguen durmiendo y descansando? ¡Se acabó! Ha llegado la hora. Miren, el Hijo del Hombre va a ser entregado en manos de pecadores. ¡Levántense! ¡Vámonos! ¡Ahí viene el que me traiciona! (Mr. 14:40-42)
Luego de orar tres veces, Jesús estaba listo para enfrentar la prueba, viniera lo que viniera, levantó a sus discípulos y les dijo “Ha llegado la hora”, “Levántense” viene la prueba, viene el momento difícil, el problema , pero ¡estamos listos para enfrentarlo! Ya he estado con el Padre, el Rey del Universo, y venga lo que venga Él ya me ha fortalecido para este momento, que gran ejemplo nos da el Maestro de cómo debemos enfrentar las situaciones complicadas y difíciles.
Frente a una situación, de la manera como reaccionamos, eso mostrará cómo será la oración y nuestro clamor. Lucas relata que luego de la primer oración “…se le apareció un ángel del cielo para fortalecerlo” (Lc. 22:43) “Podemos ver en este momento que en su naturaleza humana El Hijo de Dios” sintió la mismas debilidades que a nosotros nos abaten en momentos cruciales por lo cual solo debemos entran en una comunión plena y eficaz en la presencia del Padre. Y así poder afrontar cualquier situación y vencerla, Jesús nos prometió El Espíritu Santo y dijo que iba a ser nuestro Consolador “Y yo pediré al Padre, y él les dará otro Consolador para que los acompañe siempre” (Jn 14:16) Al entrar al lugar de oración,  la Presencia del Espíritu Santo está con nosotros y recibimos consuelo y paz.
A manera de reflexión:
¿Tienes un Monte de los Olivos personal, un Getsemaní adonde ir cada día y entregar tus cargas al Padre y compartir tiempo con Él cuando estás por enfrentar situaciones difíciles de la vida? Debemos aprender que lo fundamental, lo importante para cada uno de nosotros es: orar a Dios siempre y entregarle todo a Él.   ¿Él tendrá cuidado de nosotros?

Éxodo 14:14 “JEHOVA peleara por vosotros y vosotros estaréis tranquilo”

Desde Screen Desing deseamos que Dios te bendiga y llene tu vida de Paz, Amor, Sabiduría en la Palabra de Dios.    


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